Mateo 1:21 dice: "Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". El nombre de Jesús En los tiempos bíblicos, los nombres tenían un significado significativo.
El nombre "Jesús" proviene de la palabra hebrea Yeshúa, que significa "el Señor es salvación". El nombre no fue escogido por los padres seculares, sino que fue divinamente designado. Simboliza el propósito y la misión de Cristo: traer la salvación a la humanidad. La promesa de la salvación Este versículo revela la razón central del nacimiento de Jesús: "Él salvará a su pueblo de sus pecados".
Esta frase pone de relieve dos aspectos clave:
La necesidad de la salvación : El pecado nos separa de Dios y crea un abismo que no podemos cruzar por nuestra cuenta. La condición humana es una de quebrantamiento y rebelión contra la santidad divina.
El don de la gracia : La misión de Jesús es proporcionar la salvación y la reconciliación. A través de Su vida, muerte y resurrección, Él nos proporciona un camino para restaurar una relación correcta con Dios.
El cumplimiento de la profecía
Mateo 1:21 no es solo una promesa, sino también el cumplimiento de profecías durante cientos de años. A lo largo del Antiguo Testamento, el profeta profetizó a un Mesías que salvaría a su pueblo. Jesús encarnó estas profecías y confirmó la fidelidad y soberanía de Dios.
Nuestra respuesta
Al reflexionar sobre este versículo durante la temporada navideña, consideremos nuestra respuesta:
conclusión
Mateo 1:21 encapsula el corazón del mensaje del evangelio. Jesús no solo vino como un bebé en un pesebre, sino también como nuestro Salvador y Redentor. Que esta Navidad, recibamos Su amor y salvación con un corazón abierto. Oremos juntos y demos gracias a Dios por el don indescriptible que nos ha dado. Amén.
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a todas las naciones".
Marcos 16:15
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